23 de septiembre de 2015
Economía mundial 2015
Un niño pobre de Somalia lleva una camiseta hecha en China, copia de otra hecha en China para una empresa estadounidense, que hace la equipación a un equipo de fútbol de una ciudad europea, con el logo en ella de una fundación de un país musulmán. Los ciudadanos del país del equipo de fútbol compran la camiseta original hecha en China, a pesar de que esta tiene un amplio sobreprecio y el país está en recesión. La causa de la recesión es en parte una burbuja creada por los bancos al pedir mucho más dinero del que debieran y en parte porque mucha de su producción ha pasado a hacerse en países como China. China está comprando grandes parcelas en África por necesidad de materias primas, entre ellas las necesarias para hacer la tecnología que se diseña y comercializa en el primer mundo. Muchos somalíes y más africanos, a los que parece que la entrada de los chinos en África no les beneficia de ninguna manera, intentan entrar ilegalmente en el país del club de fútbol, que está en recesión, pero mejor que sus países de origen. El país de la fundación que patrocina la camiseta se ha hecho inmensamente rico por sus yacimientos de petróleo. Estados Unidos, en su afán de mantener una hegemonía que teme perder en favor de China, entra en guerra con algunos países petroleros de Oriente Medio, con la excusa de que ocultan armas de destrucción masiva o viven bajo una dictadura. Los perjudicados por estos ataques se radicalizan y se unen a los movimientos radicales yihadistas. Estos movimientos radicales fueron entrenados para la guerra por Estados Unidos con la intención de hacer frente a previos rivales en la lucha por el petróleo. Los yihadistas hacen ataques terroristas en Estados Unidos y Europa. Occidente da su apoyo a Estados Unidos para atacar a estos grupos radicales. El presidente de Estados Unidos tiene el Nobel de la paz.
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